Infusiones premium hechas en la Argentina se pueden encontrar en góndolas de República Dominicana, Venezuela, Chile, Brasil, Bolivia, Perú y Ecuador. El 20% de la producción de 600.000 saquitos mensuales con la marca Saint Gottard de Laboratorios Pharmamerican se destinan al mercado externo, sea a través de distribuidores o directamente vendidos a cadenas de retails.
Pharmamerican fue creada por Manuel Mesa y Jorge Manfredi en 1994 en Mar del Plata, donde en el parque industrial está la planta con 60 empleados permanentes a los que se suman unos 15 temporales. Mesa cuenta que el padre de su socio era farmaceútico con gran conocimiento de hierbas medicinales y fabricaba infusiones de uso medicinal en bolsitas.
“Buscamos mejorar ese modelo y nos especializamos en el desarrollo y fabricación de infusiones de hierbas y frutas en saquitos hasta lograr liderar el mercado interno de infusiones premium trabajando permanentemente en mejorar la calidad y desarrollar nuevos productos”, apunta Mesa. El laboratorio, además, produce suplementos dietarios y medicamentos herbarios. El nombre es porque el padre de Manfredi había estado en el macizo de San Gotardo, en los Alpes, de donde había traído algunas semillas.
Walter Borkowski, gerente de Comercio Exterior de la empresa, añade que el compromiso asumido con la calidad y la trayectoria en la Argentina les permitió expandirse y empezar a exportar. Una primera experiencia la tuvieron entre 2007 y 2010 con Rusia, bajo la marca Maitre. El comprador era un importador interesado en infusiones a base de yerba mate. “Se discontinuó porque decidieron producir ellos mismos”, indica.
“Vender al exterior siempre estuvo en nuestros planes, por eso la calidad del packaging, el doble idioma que usamos -dice Mesa-. Le dimos desde el origen una impronta internacional y fuimos sumando participación en ferias y exposiciones internacionales, donde no solo ofrecemos nuestros productos sino que analizamos tendencias y traemos nuevas ideas”.
Arrancaron fabricando una línea en base a hierbas y después fueron sumando más opciones, como las frutales y las de bienestar. Hoy tienen un portafolio de 30 productos. La estrategia exportadora se concentró primero en Latinoamérica donde lograron diferenciarse de los tés saborizados e incluso reemplazaron importaciones desde Estados Unidos y Europa.
Mesa apunta que ese el segmento donde están viene en crecimiento desde hace varios años, es el de infusiones terapeúticas, para el bienestar. “Es una tendencia que se consolida, la de productos que hagan bien a la salud; podemos ofrecerlos con buena presentación y con buenos precios considerando el nicho en que nos movemos”.
Borkowski explica que el canal de llegada a los mercados depende de sus características; en general en los más chicos los distribuidoras compran y hacen stock y en los más grandes, la marca va directo a los supermercados. Brasil es un destino pendiente; aunque hicieron el intento -incluso adaptando el idioma y packaging a diez sobres- no lograron hacer pie.
Las infusiones “estrellas” son las frutales, van a la cabeza de las ventas de la marca tanto en el mercado interno como en el externo. Los ejecutivos insisten en que se concentran en la buena calidad y el origen de las materias primas; importan de Egipto, de Asia y de Europa. En el caso de las frutas, enfatizan que son naturales con un tratamiento especial. “No se confunden con un té negro saborizado y también por eso el precio es más alto”, señala Mesa.
La empresa tiene certificación FSSC 22000 que se aplica a los sistemas de seguridad alimentaria, con lo que garantizan que sus productos “cumplen todos los estándares de calidad, desde el insumo a la salida de la fábrica, todo el esquema tiene trazabilidad”.
A mediano plazo la empresa analiza su desembarco en Estados Unidos y Europa y, además, la incorporación de productos orgánicos (otro segmento con demanda en alza) y de realizados en base a yerba mate. En este último caso, a nivel internacional, crece su uso en bebidas energizantes, tragos e infusiones.